29 octubre 2009

Poemario "First Poetry Reading Day" Antarctica 2009

Poemary First Poetry Reading Day Antarctica King George Island -16 october 2009

15 octubre 2009

White Silence de Vladimir Vysotsky





Ver sobre Vladimir Vysotsky en Wikipedia
Vladímir Vysotsky nació en Moscú. Su padre, judío por la línea paterna y ucraniano por la materna, hizo carrera en el Ejército Rojo llegando al grado de coronel; su madre, rusa, era intérprete de alemán. Sus padres se divorciaron poco después de su nacimiento y Vladímir pasa la mayor parte del tiempo con su madre, primero en Buzuluk y más tarde en Moscú.1 En 1946 su padre es trasladado a la base militar de Eberswalde, en la zona alemana ocupada por los soviéticos tras la Segunda Guerra Mundial (más tarde República Democrática Alemana), Vladímir se traslada a vivir con él y con su madrastra, de origen armenio, a quien Vladímir llama «tía Yevgenia».2
En 1949 regresa a Moscú y en 1955 comienza a estudiar en el Instituto de Ingeniería Civil de Moscú (Московский государственный строительный университет), que abandona, tras un solo semestre, para matricularse en la Escuela Estudio Nemiróvich-Dánchenko del Teatro del Arte de Moscú (Московский Художественный Академический Театр), donde se gradúa en 1960.
En 1959 comienza su carrera profesional como actor con pequeños papeles en el Teatro Aleksandr Pushkin de Moscú.
En 1964, el director Yuri Lyubimov, que se convertiría en mentor y amigo íntimo de Vysotsky, lo invitó a unirse al popular Teatro de Drama y Comedia en el Taganka. Allí Vysotsky se hizo conocido con sus papeles protagónicos en obras como Hamlet (de Shakespeare) y Vida de Galileo (de Bertolt Brecht). La compañía teatral del Taganka era víctima frecuente de la persecución del gobierno por su presunta impureza étnica y su deslealtad política, lo cual inspiró a Vysotsky a identificarse como un «sucio yid» (жид пархатый). En esa época también apareció en varios filmes, los cuales presentaban algunas de sus canciones, por ejemplo Vertikal (la vertical), una película acerca de alpinismo.
La mayor parte de las obras de Vysotsky en esta época, sin embargo, no obtuvo reconocimiento oficial. No conseguía contratos con Melodiya, la empresa que monopolizaba toda la industria discográfica soviética. Sin embargo, su popularidad siguió creciendo, con la aparición en la URSS de las reproductoras de cinta (con cinta abierta de baja calidad), y más tarde de los casetes...

14 octubre 2009

TÉMPANOS DE AMOR

TÉMPANOS DE AMOR
por Quirino Acosta, integrante de la Dotación 1993 de la Base Artigas (Uruguay)

Eres el lucero
eres la estrella solar
que me está guiando,
en esta noche polar.

Eres un diamante
que brilla constantemente
eres el sendero,
que indica el camino
camino oscuro y largo,
de esta fría noche glaciar.

Eres la luz y la brisa
que me acaricia el mirar.
Eres el cálido fulgor,
que me permitió surcar,
las barreras de hielo
de este inhóspito lugar.

Eres el alba,
eres aire de primavera,
que en sus perfumes de flor,
me has llenado de amor.




Publicado en la Revista El Soldado Nº 137 de diciembre de 1993

06 octubre 2009

Piedras antárticas, de Pablo Neruda

Piedras antárticas
Pablo Neruda
tomado de:
PABLO NERUDA, TODOS SUS POEMAS

ALLÍ termina todo
y no termina:
allí comienza todo:
se despiden los ríos en el hielo,
el aire se ha casado con la nieve,
no hay calles ni caballos
y el único edificio
lo construyó la piedra.
Nadie habita el castillo
ni las almas perdidas
que frío y viento frío
amedrentaron:
es sola allí la soledad del mundo,
y por eso la piedra
se hizo música,
elevó sus delgadas estaturas,
se levantó para gritar o cantar,
pero se quedó muda.
Sólo el viento,
el látigo
del Polo Sur que silba,
sólo el vacío blanco
y un sonido de pájaro de lluvia
sobre el castillo de la soledad.

Antártica, por Pablo Neruda

Antártica
Pablo Neruda

Antártica, corona austral, racimo
de lámparas heladas, cineraria
de hielo desprendida
de la piel terrenal, iglesia rota
por la pureza, nave desbocada
sobre la catedral de la blancura,
inmoladero de quebrados vidrios,
huracán estrellado en las paredes
de la nieve nocturna,
dame tu doble pecho removido
por la invasora soledad, el cauce
del viento aterrador enmascarado
por todas las corolas del armiño,
con todas las bocinas del naufragio
y el hundimiento blanco de los mundos,
o tu pecho de paz que limpia el frío
como un puro rectángulo de cuarzo,
y lo no respirado, el infinito
material transparente, el aire abierto,
la soledad sin tierra y sin pobreza.

Reino del mediodía más severo,
arpa de hielo susurrada, inmóvil,
cerca de las estrellas enemigas.

Todos los mares son tu mar redondo.
Todas las resistencias del Océano
concentraron en ti su transparencia,
y la sal te pobló con sus castillos,
el hielo hizo ciudades elevadas
sobre una aguja de cristal, el viento
recorrió tu salado paroxismo
como un tigre quemado por la nieve.

Tus cúpulas parieron el peligro
desde la nave de los ventisqueros,
y en tu dorsal desierto está la vida
como una viña bajo el mar, ardiendo
sin consumirse, reservando el fuego
para la primavera de la nieve.

29 abril 2009

Estás lejos y al sur y el frío de Idea Vilariño

En “Enumerándolo” un poema de sustantivos, Idea Vilariño dice:

Enfermedad y frío
y tristeza cerrada
y días días días
enfermedad tristeza
cansancio enfermedad.
Aire helado abandono
frío fatigas penas
ninguna carta nadie
miserias y limosnas
remedios notas cuentas.
Viento sur tercer piso
madrugadas horribles
noches perdidas
penas
y días días días
viento miseria frío
enfermedad tristeza.
Idea Vilariño - Última antología
Editorial Cal y Canto - diciembre 2004



En muchos de sus poemas habla del frío y del sur, como en esta carta...


CARTA II
Un poema de Idea Vilariño

Estás lejos y al sur
allí no son las cuatro.

Recostado en tu silla
apoyado en la mesa del café
de tu cuarto
tirado en una cama
la tuya o la de alguien
que quisiera borrar
-estoy pensando en ti no en quienes buscan
a tu lado lo mismo que yo quiero-.
Estoy pensando en ti ya hace una hora
tal vez media
no sé.

Cuando la luz se acabe
sabré que son las nueve
estiraré la colcha
me pondré el traje negro
y me pasaré el peine.

Iré a cenar
es claro.

Pero en algún momento
me volveré a este cuarto
me tiraré en la cama
y entonces tu recuerdo
qué digo
mi deseo de verte
que me mires
tu presencia de hombre que me falta en la vida
se pondrán
como ahora te pones en la tarde
que ya es la noche
a ser
la sola única cosa
que me importa en el mundo.

El Color del Hielo

Pasajes de la Obra El Color del Hielo:
Un libro de Waldemar Fontes

[... le dijo que incluso existía el hielo negro y Beatriz lo pudo comprobar cuando fue al glaciar y observó trozos de hielo que contenían piedras y tierra que venían siendo arrastradas quien sabe de donde y que quedaban si, de color negro.
Todas estas respuestas las iba anotando en un cuaderno y las analizaba.
Ya se estaba aburriendo de esas respuestas monocromáticas cuando un señor que hacía el monitoreo ambiental de la base, le dijo: -El color del hielo se aprecia según con los ojos con que se mire.
Esa respuesta le interesó. Entonces el señor explicó: -También influye nuestro estado de ánimo y lo que estamos pensando cuando miramos el hielo.
La invitó entonces a ponerse las antiparras que él usaba, que tenían un visor amarillo y observar el témpano que aún estaba en la bahía.
Beatriz comprobó que el matiz del azul se veía diferente mirando a través de ese vidrio que a través de sus lentes negros.
-Tiene razón, dijo Beatriz. -El color de las cosas es diferente según el color del cristal con qué se mire….
-Eso es un viejo dicho. Me alegra que lo hayas descubierto por ti misma.
Beatriz se rió. Estaba contenta porque seguía descubriendo matices de color .
El señor se puso de nuevo sus antiparras amarillas y se despidió diciendo: -No te detengas, sigue buscando y descubre el verdadero color del hielo.
Toda esa tarde pasó Beatriz observando los témpanos y revisando las notas de su cuaderno. En su cabeza, una paleta de colores giraba sin detenerse. En cada color que imaginaba, podía ver un trozo de hielo y sin embargo ninguno tenía el color que ella buscaba para sus cuadros.
Al día siguiente venía un avión que traía carga y se llevaba a muchos de los que habían estado trabajando en la base esa semana.
A partir del momento en que el avión se fuera, comenzaba el verdadero trabajo de Beatriz. Había pasado una semana investigando y analizando y ahora debía ponerse a pintar el edificio con el diseño elegido por el jurado.
Cuando por fin la base quedó tranquila, con poca gente y mucho por hacer, Beatriz se instaló frente a la pared blanca...].


Pueden adquirir el Libro "El Color del Hielo" en Editorial Intelector
o contactar a Fabián Moggia
Cel: 096 881456
intelector@adinet.com.uy

Para contactar al autor
mail: wfontes@montevideo.com.uy

17 abril 2009

Poema de Rose

EL GYMNASIO DE FREI

CAMINO CONOCIDO
TORPIDO PERO EMPEDERNIDA
ENTRE ESCOLLOS SU LLEGADA
ALLEGRABA AL CONTINENTE
ES QUE EN SUS TENIDAS
SE ESPERABA COMPETENCIA DE LOGROS
COMPETENCIA DE ENCUENTRO

HE VISTO SU GALLARDA FIGURA
TEÑIDA DE CARBON HUMOS
PERO AUN PARADO ENLAS SOMBRAS
ME RECUERDA MOMENTOS
VOCES ,ENERGIA,RISAS DE NIÑOS
EN UN MUNDO SIN ELLOS

HE VISTO EL GYMNASIO COMO EN OTRAS VECES
EN EL FASTASMA OCULTO Y CON LA
ENERGICA LUCHA DE VIENTO.
EL CALOR LO PELEO EN SILENCIO
LO HE VISTO,.LO RECUERDO

Y MI ALMA ESTA ALLI EN SILENCIO
SIMPLEMENTE ADIOS COMPAÑERO

ME DEMUESTRA AHORA LA IMPOTENCIA HUMANA
LA LEJANIA DE MI MANO AMIGA
SE QUE LAS COSAS VIVEN EN EL RECUERDO
PERO SABES,.TENIAS DUENDE ,.O QUE SE YO..
................LO TENIAS

11 enero 2009

Antarktos: un poema de H. P. Lovecraft

Antarktos

En lo hondo de mi sueño el gran pájaro susurraba extrañamente
Hablándome del cono negro de los desiertos polares,
Que se alza lúgubre y solitario sobre el casquete glaciar.
Azotado y desfigurado por los eones de frenéticas tormentas.
Allí no palpita ninguna forma de vida terrestre:
Sólo pálidas auroras y soles mortecinos
Brillan sobre ese peñón horadado, cuyo origen primitivo
Intentan adivinar a oscuras los Ancianos.
Si los hombres lo vieran, se preguntarían simplemente
Que raro capricho de la Naturaleza contemplan:
Pero el pájaro me ha hablado de partes más vastas
Que meditan ocultas bajo la espesa mortaja de hielo.
¡Dios ayude al soñador cuyas locas visiones le muestren
Esos ojos muertos engastados en abismos de cristal!

Howard Phillips Lovecraft
(20 ago 1890 – 5 mar 1937)